Alejandro Aguilera nace en la Ciudad de México el 29 de Diciembre de 1958. Su padre muere cuando el tenía 4 años, y es su madre quien se encarga de él y de sus dos hermanos mayores.
La herencia de Alejandro tiene una buena dosis de intelectualismo y arte, desde su bisabuelo Cayetano Rodríguez Beltrán, escritor y periodista mexicano, miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, hasta su propio padre quien además de ser un experto en seguros para barcos, fue miembro de diversos grupos musicales antes de fallecer.
En la década de los 70s, Aguilera se enroló en la carrera de ingeniería química. A pesar de sus excelentes notas, en cuanto se presentó la posibilidad de levantar los pies del piso, no tuvo dudas y participó por (y ganó) una de las únicas 10 becas de aviación que ha otorgado el CONACYT a través de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).
De la misma forma en que Alejandro empieza a enamorarse de la vida desde arriba, también su pasión por ver la vida a través de una lente va incrementando, primero sacando fotografías de lo cotidiano, y posteriormente buscando la abstracción.
Es así que en 1985 Alejandro y su cámara despegan para jamás regresar a la vida terrícola.
Sus primeras obras estaban centradas en mirar hacia abajo; compartiendo esas experiencias que hasta entonces no estaban disponibles para el común de la gente.
“Quería que la gente viera las cosas que me encuentro ahí arriba y que me atrapan; hacer la experiencia disponible para todos.”
En 1995 su primer exposición de fotografía aérea fue en Zacatecas y estaba principalmente compuesta por una colección de fotografías del volcán Popocatépetl. Recibió críticas muy positivas y su lugar entre los fotógrafos mexicanos fue volviéndose cada vez más irrefutable.
En 1999 Alejandro hace un pequeño giro; apenas un ajuste de grados que resulta en fotografías ya no de la tierra únicamente, sino de los paisajes frente a él. Es ahí que encuentra la abstracción; La mezcla de nubes, cielos, montañas y mares se vuelven sus lienzos y paletas de color.
Aguilera ha expuesto en más de 45 ocasiones. 30 de las cuales son exhibiciones en solitario, y otras 15 más en colectivo con artistas de la talla de Héctor Garcia, Pedro Valtierra, Manuel Felguérez, Francisco Toledo, entre otros.
La fotografía de Alejandro Aguilera permite al espectador pararse en una nube y admirar esos paisajes que a pesar de la adversidad mantienen al artista en un avión 3/4 partes de su vida, cazando el siguiente instante de belleza con su cámara.
En este sitio se puede conocer su obra, misma que ha estado en espacios como la Fototeca de Zacatecas, el Jardín Borda, el AICM o el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez; es posible aquí también adquirir algunas de sus piezas con calidad de museo desde cualquier parte del mundo a través del e-commerce.